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¿Por qué viajar?

Antes de redactar este artículo, pensaba que iba a ser muy sencillo contestar la pregunta ¿por qué viajar?, sin embargo no fue. He tenido la oportunidad de viajar bastante, conozco 13 países y he vivido al menos 6 meses en tres países diferentes, actualmente mi casa es México donde he vivido por tres años.

Debo admitir que el hecho de ser francesa me ayudó mucho. Europa es muy pequeño y allá es muy barato viajar, por ejemplo: un viaje redondo en avión entre Paris y Londres cuesta alrededor de 30 euros.

Cuando empecé a viajar quería descubrir nuevos paisajes, probar una comida diferente, visitar las atracciones locales famosas y tomar muchas fotos para según yo, presumir en las redes sociales sobre lo genial que era mi vida. Eso sí, todo cerca de Francia para no gastar tanto. Turisteaba mucho pero a final de cuentas no viajaba.

Eso cambió en 2012, cuando mi escuela de negocios internacionales me dio la oportunidad de irme a vivir fuera de Francia y, por cuestiones de convenios que tenía mi escuela, decidí venir a vivir a México. Ahora estamos en 2015 y hace casi tres años que vivo a 10,000 kilómetros de Francia. Sin embargo, enumerar una lista de las verdaderas razones por las cuáles es importante viajar no me resulta fácil.

Creo que mi llegada a las tierras mexicanas marcó el momento en el cual empecé a viajar de verdad. Ya no era cuestión de quedarme en bonitos hoteles, comer en los mejores restaurantes del país y tener por único problema la planeación de los lugares que iba a visitar en el día. Cuando llegué a México tuve que aprender que viajar significa conocer, entender y respetar otra cultura.

Vivir en una casa con una mexicana que tiene una cultura totalmente diferente a la mía. Comer cosas que nunca había probado en mi vida sin tener ninguna idea de que está hecha. Estudiar y trabajar en un país que tiene sus propios códigos y reglas. No fue nada sencillo, ¡tuve que dejar mi querida cultura francesa de un lado para poder integrarme a la cultura mexicana!

Eso es viajar de verdad.

Viajando he aprendido a hablar español e inglés, además de francés. Practico mis tres idiomas casi todos los días y siento mucha libertad por poder comunicarme con todas las personas que encuentro, sean mexicanas, canadienses, belgas, chinas o brasileñas. Esta libertad me permite tener una mejor perspectiva del mundo; y es que además de tener mi punto de vista francés, ahora también tengo un punto de vista mexicano. Veo las cosas de una manera diferente y crezco cada día como persona, abriendo mi mente constantemente y permitiéndome crecer como ser humano.

–¿Es cierto que los franceses no se bañan?– Al ser francesa, la gente se acerca a preguntarme las cosas más extrañas, divertidas y gentiles. Constantemente percibo una fascinación completa sobre mi tierra natal, y es impresionante escuchar el nivel de interés que genera algo que yo doy por sentado todos los días.

Desde 2012 he cambiado mucho: me arriesgo, desafío mis temores e inseguridades, experimento nuevas cosas, aprovecho cada oportunidad, desarrollo mayor inteligencia emocional, y por supuesto me conozco mucho más cada día. El conocimiento y la fuerza de carácter que me han dado los viajes me permiten agregar valor a mi currículo. También las empresas dan más importancia a mi candidatura y me proponen empleos con responsabilidades porque saben que un viajero tiene la motivación, la tenacidad y ese toque de “locura” para llevar a bien sus proyectos.

Después de tres años puedo decir que viajar me ha permitido vivir los mejores años de mi vida.

Viajar al otro lado de la tierra me ha permitido valorar más lo que tengo. Crecí en Francia, un país donde muchos sueñan vivir, tuve la oportunidad de estudiar en muy buenas escuelas, mis papás siempre me han apoyado en mis decisiones, y jamás me faltó nada. Para ser sincera, antes de viajar todo eso me parecía normal, tenía una visión del mundo bastante cerrada, pensando que todo lo que tenía no era un privilegio. Viajando he descubierto que estaba totalmente equivocada. Duele, no es fácil aceptarlo, ¡pero me ha hecho madurar como no tienen idea!

También he aprendido a valorar más los momentos que he pasado con mi familia y mis amigos franceses, a quienes tengo la oportunidad de ver cada año, sólo durante dos semanas. El tiempo que paso con ellos es de oro y lo disfruto al máximo, cosa que no hacía antes.

Para terminar, diría que tienes que viajar porque puedes reinventarte y ser quien quieres ser. Nada más por eso vale la pena hacer sus maletas e irse varias semanas, meses y años lejos de tu país. Aprenderás una cantidad enorme de cosas sobre ti y nunca te sentirás tan libre como cuando viajas.

¡Por eso y más tienes que atreverte y empezar a viajar!

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