1. Primero lo primero, no hay una frase que diferencie un “te amo” de un “te quiero”.
“I love you” se lo dices a tu prima, a tu amigo, a tu novio, a tu ex a quien le tienes cariño, a tu amante con quien no tendrás nada más, al hermoso perro que está pasando por la calle, incluso se lo puedes decir a tu jefe si te da un aumento. I love you se usa para tantas cosas, que no significa nada.
2. Básicamente no sabes decir “beach” sin insultar.
Aunque sabes que “Miami Bitch” no es lo mismo que “Miami Beach”, tu lengua no lo capta bien.
3. Existen palabras que se escriben exactamente igual, pero se pronuncian diferente.
Como “read” de leer, en presente, se pronuncia rid (como también se escribe deshacerse) pero “read”, en pasado, se pronuncia red… como se escribe y dice: rojo. La locura.
4. Para decir que estás en un lugar, tienes tres benditas opciones dependiendo del sitio donde estés: “IN”, “ON”, “AT”.
Si estás en un autobús, tienes que decir: On a bus.
Si estás en un taxi: In a taxi.
Si estás en tu casa, tienes que decir: At home.
5. Cuando llegas a otro país, te das cuenta que todas las clases de inglés que viste en la escuela no sirven de nada, básicamente.
Si pollito es chicken, y lápiz es pencil, ¿cómo le digo al plomero que me arregle la cañería de la cocina que está goteando?
6. Ese momento oscuro en el que tienes que rellenar si eres Miss, Ms., Mrs., Mr.
Lección: si eres mujer siempre usa Ms. y olvídate del mundo.
7. Típico que no existe traducción para tus palabras o frases favoritas.
¿Cómo demonios digo pena ajena?
8. Sabes que suenas como Sofía Vergara y no puedes hacer mucho al respecto.
Eres Sofía sin los contratos millonarios y otros detallitos.
9. Odias los números del 30 al 39. Sientes que cuando los dices suenas con problemas de ceceo y mala pronunciación.
Hay algo complicado entre tu lengua y tú cuando tratas de decir thirty.
10. Cuando escuchas a alguien hablando en perfecto Spanglish sientes que esa persona tiene una habilidad divina.
Esa forma de cambiar de un idioma a otro, sin esfuerzo, es un arte… que obviamente tú no has desarrollado.
11. En español, si quieres hablar en plural generalmente agregas una “S” y ya. En inglés no.
En algunos casos puedes requerir solo una S, en otros IES (si termina en Y), VES (si termina en F), hay palabras que no tienen plural como shrimp (camarón). Hay otras que el plural es una palabra completamente diferente Mouse (ratón) – Mice (ratones) o Tooth (diente) – Teeth (dientes). Así no se puede.
12. El idioma inglés tiene cosas tan locas como estas.
13. Si escribieras inglés como lo pronuncias, esto saldría.
14. Cuando todo falla, y estás en otro país… esta es tu situación:
Al final, no importa lo que te pregunten, siempre terminarás diciendo “yes” o sonriendo.
Es que el español es rico hasta para insultar.
16. Una misma palabra puede tener más de 100 definiciones, por ejemplo “set”.
Set, en inglés, puede significar: poner, una colección de varias cosas, algo rígido que no se puede cambiar, estar listo, etc.
En español, tenemos una palabra para cada cosa, como debe ser, ¿no?
17. Probablemente el 80% de inglés que sabes lo hayas aprendido en canciones.
Si necesitas ayuda, canta una de The Beatles y listo.
18. El impedimento social de referirte en público al color “negro” en español.
Tú en una tienda: “Quiero una camisa de color opuesto al blanco”.
19. Ir a Starbucks y tener que decir tu nombre como si fueras oriundo de Ohio solo para que te entiendan.
Y lo ridículo que te sientes diciendo “Sweater” como “suerer” o “tuirer” en lugar de Twitter, y pare usted de contar.
20. Eso sí, hay algo que nadie puede negar: hablar en español tiene más sabor.
Y no lo dices solo porque sea tu lengua materna, sino porque las lenguas romances tienen un encanto difícil de superar.
Fuente: BuzzFeed