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Viajar para aprender, viajar para crecer

Angel Olguin
Co-founder Contacto Global
Instagram: angel_e_olguin

Debo de confesar que soy un ferviente seguidor y creyente de la educación internacional. Me encantaría que en un futuro este tipo de oportunidades estuviera al alcance de todos los jóvenes mexicanos. De aquí a que este día llega, intentaré explicar desde mi punto de vista qué es mejor: conocer el mundo como estudiante internacional o como turista. Pero antes quiero dejar claro que para ser estudiante internacional no hay edades, es casi como amar, pero con menos drama; puedes tener desde 12 años hasta 80. Me ha tocado platicar con ambos casos y las experiencias se viven con la misma intensidad y emoción.

Continuamente me encuentro con personas en busca de oportunidades para viajar internacionalmente comprando paquetes vacacionales, donde llegan a gastar una gran cantidad de ahorros. Lo interesante y triste es que muchas veces estas personas gastan en un viaje de 1 o 2 semanas, lo que les costaría un programa en una escuela en el extranjero por un verano entero con los gastos de vivienda incluidos. Con este comentario ya te habrás dado cuenta hacia donde me inclino ¿verdad? Para al punto y sin tanto rodeo:

Si alguna vez se te presenta la oportunidad de viajar fuera del país y nunca antes has tenido la oportunidad de estudiar en el extranjero, hazlo como estudiante internacional, más que como turista; la experiencia de estudiar es mucho más enriquecedora que la de ser sólo un simple turista.

 

¿Por qué?

Porque el estudiante internacional tiene la ventaja de turistear y la oportunidad de vivir en la cultura de manera más profunda y no sólo visitar la ciudad por unos cuantos días. La perspectiva de la persona que vive en cualquier ciudad extranjera se ve influenciada por los aspectos que a los turistas les pasan desapercibidos. Un ejemplo de esto es ir de compras a los mercados locales de manera habitual y no sólo por la foto para Facebook/Instagram o comprar recuerditos. Ser parte de un sistema educativo diferente al de nuestro país es toda una experiencia. Tener amigos que te acompañan a clases y que al igual que tú están descubriendo otra cultura al pasar tiempo juntos, es fascinante. Recorrer las calles, restaurantes, parques y cafés que no están en un mapa de recomendaciones turísticas, es toda una aventura. Perderte en su sistema de transporte y no saber cómo regresar a casa es la mejor oportunidad para aprender a superar la frustración.

La idea de ser estudiante sobre ser turista internacional, viene principalmente de mi propia experiencia. Como turista he recorrido diferentes ciudades de Europa, Canadá y Estados Unidos, sin embargo no existe un punto de comparación entre la riqueza cultural que obtuve durante mi estancia de estudiante a la de turista. Estoy seguro que las personas que han pasado por ese mismo proceso compartirán mi opinión.

Tuve la enorme oportunidad de participar en 3 programas internacionales: Montreal, Boston y Budapest. 3 ciudades que durante mi tiempo de universitario influyeron y moldearon mi pensamiento, cambiaron mi cosmovisión y desarrollaron habilidades en mí que estoy seguro que sin salir de mí país no hubiera podido descubrir.

La primera vez que viajé como alumno internacional fue para aprender inglés, la segunda para tomar una materia de emprendimiento y la tercera fui a estudiar distintas disciplinas a una universidad. 3 países diferentes, en 3 momentos muy separados entre sí, pero el resultado de esas experiencias fue el mismo en mi persona: desarrollo de inteligencia emocional, multiculturalidad, competitividad internacional y mayor capacidad de comunicación, entre muchas otras más.

Podría escribir un libro entero de cada resultado, tratando de convencerlos de la imperante necesidad de vivir una experiencia internacional, pero también estoy convencido que hay cosas que no se pueden entender hasta que se viven y se prueban, como es el caso de sumergirse en otra cultura para aprender un idioma distinto al tuyo; convivir con personas de otros país que piensan diferente a ti y tratar de ver el mundo desde sus ojos. Experimentar los olores de las calles, los sabores de sus comidas, sentir el calor o el frío de su gente. Todas estas experiencias son difíciles de describir o juzgar hasta que te toca vivirlas a ti.

Es verdad que no todos tenemos la oportunidad de estudiar fuera del país, además es imposible que cada vez que viajes lo hagas para estudiar algo, pero si tuvieras que elegir entre ser un turista internacional  o un estudiante, no lo pienses dos veces, toma la oportunidad y descubre una nueva cultura desde su interior como estudiante.

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