Tomar la decisión de mandar a nuestros hijos al extranjero, no es sencillo en un inicio, sin embargo es una de las experiencias más gratificantes tanto para ellos como para nosotros como padres.
Es por eso que en esta ocasión les compartimos dos testimonios de familias que ya vivieron la experiencia internacional a través de sus hijos.
“Tenemos una hija que se llama Ana Sofía, es nuestra hija mayor de tres. Con ella se nos presentó la gran oportunidad de mandarla a Montreal, Canadá.
Cuando nos enteramos de este viaje organizado por la empresa Contacto Global, ni siquiera lo dudamos. Para nosotros como familia, el desarrollo, crecimiento académico y la educación juegan un papel muy importante.
El vivir cada paso de ese viaje fue algo increíble, desde recabar la papelería indicada para viajar, ponerse en contacto vía internet con la familia que le iba a tocar hospedarse, conocer cada ruta que tomaría para ir a la escuela, informarnos de todos los lugares que irían a visitar tanto culturales como recreativos , hasta el momento de recogerla en el aeropuerto a su regreso y esperarla con toda la mejor actitud, sabiendo que este viaje sería una de las mejores experiencias imborrables de su vida y así ha sido.
Ella lo recuerda con una sonrisa en la boca. Porque para nosotros esto nunca representó un gasto, si no todo lo contrario, fue una inversión a largo plazo.”
Ana Isabel Guerra de Rentería.
“Cuando llegamos a esta vida comenzamos un viaje, en el cual no sabemos si será feliz, o a veces por momentos serios y en otros ratos tristes, pero a veces llegamos a lugares maravillosos que nos hacen sentirnos vivos, difíciles de imaginar, así, fue como me describió mi hijo su viaje, fue tan hermoso, que fueron momentos únicos, que lo marcaron para siempre, ya que fue su primer viaje sin sus padres a un lado y sólo tenía 13 años.
Para él era sentirse vivo a cada minuto que pasó en Canadá, este viaje tan disfrutado se logró gracias a Contacto Global, ellos se presentaron en la escuela, y ha sido para nosotros la mejor decisión, tomar la valentía de mandar a nuestro hijo a esta aventura de encanto y aprendizaje.
Es un país en donde en verdad hay seguridad. ya que nuestro hijo anduvo solo o con sus compañeros en el metro, o paseando, existe mucha vigilancia.
Fuimos tan felices y tuvimos tanta tranquilidad en el viaje de nuestro hijo que repetimos la experiencia a los 14 años, iba con mayor seguridad y autoestima.
POSDATA: Nuestro hijo es único y aún así lo vivimos con mucha confianza.”
Ing. Hugo Ávila e Ing. Soledad Medina